Historia de la Astronomia

El deseo de volar del hombre es casi tan antiguo como la humanidad misma y soñó con los vuelos desde tiempos muy anteriores al logro de los mismos, un ejemplo de ello son Dédalo e Ícaro. Según la mitología griega, Dédalo fabricó alas de cera a su hijo Ícaro para poder escapar del laberinto donde se encontraban prisioneros, en la isla de Creta, pero éste, al volar demasiado cerca del sol, cayó al mar al derretírsele las alas. Dédalo si logró escapar volando hasta Sicilia.

Fue necesario alcanzar muchos descubrimientos científicos antes de poder hacer realidad este sueño. La atracción del hombre por el firmamento hace que la Astronomía sea la mas antigua de las ciencias, la sucesión de los días y las noches, el movimiento de las estrellas y los planetas, la estaciones, y la regularidad de sus movimientos sirvieron al hombre para lograr definir el tiempo y orientarse.

De las primeras civilizaciones que se tiene constancia que poseyeran conocimientos astronómicos es de los Caldeos (desde unos 4.000 a.C.) que vivieron en Babilonia, quienes llegaron a predecir con bastante exactitud los períodos de eclipses gracias al cúmulo de observaciones que hicieron durante siglos. Los babilonios estudiaron los movimientos del Sol y de la Luna para perfeccionar su calendario.

Observadores excelentes fueron los griegos, entre los mas importantes cabe destacar a Pitágoras y a Tales de Mileto, este último predijo un eclipse total de Sol el 28 de mayo de 585 a.C. Pitágoras fue el primero en considerar a la Tierra como un globo y atribuía a las estrellas una condición semejante a la del Sol.

Sistema de Ptolomeo


Aristarco de Samos consideraba al Sol como una estrella, calculó el diámetro del Sol y su distancia a la Tierra, también dedujo que era necesario que la órbita de la Tierra estuviera inclinada para dar explicación a los cambios de las estaciones y pensaba que ésta giraba en torno al Sol.

Eratóstenes logró calcular las dimensiones de nuestro planeta e Hiparco descubrió la precesión de los equinoccios y describió el movimiento aparente de las estrellas fijas. Hiparco formó el primer catálogo de estrellas que se conoce, catalogando a 850 estrellas y clasificándolas por su brillo en seis categorías o magnitudes, clasificación que aun hoy se utiliza.

Ptolomeo reunió en su famoso libro llamado Almagesto los conocimientos de sus predecesores, obra que dominó el pensamiento humano durante muchos siglos. Pensaba que la Tierra era el centro del universo, donde los planetas, el Sol, la Luna y las estrellas giraban en torno a ella.

Tomando como base el Almagesto, los árabes perfeccionaron los conocimientos astronómicos y confeccionaron las tablas astronómicas, que se trataba de cuadros numéricos donde se predecía la posición que habían de ocupar los planetas.

Así surge la figura de Azarquiel como máxima figura de la escuela astronómica de Toledo, formando las Tablas Toledanas, que junto al Almagesto de Ptolomeo, traducidas al latín, y por un grupo de hombres de ciencia reunidos por el rey de Castilla Alfonso X el Sabio, se formaron las Tablas Alfonsíes, consideradas durante más de tres siglos como las mejores tablas planetarias.

Telescopio de Galileo


La aparición de Copérnico hizo que la astronomía progresara rápidamente. Copérnico puso en duda el sistema de Ptolomeo mostrando que los movimientos planetarios se podían explicar atribuyendo la posición central al Sol. Así se convirtió en el creador de la teoría Heliocéntrica, la cual serviría de base para la astronomía moderna. No obstante, esta teoría requería de complicadas correcciones para dar explicación al movimiento de los planetas, debido a la perfección de la esfera. Galileo, con la construcción de su primer telescopio en 1609 (se cree que el inventor del telescopio fue Hans Lippershey en 1608, aunque hoy todavía se debate la identidad del mismo; Galileo solo mejoró el mecanismo, usando para ello un viejo tubo de órgano), logró observar las fases de Venus, que contradecían la astronomía de Ptolomeo y confirmaban su aceptación de las teorías de Copérnico. Galileo, además, descubrió la Vía Láctea como conjunto de estrellas y los cuatro satélites mayores de Júpiter.

Kepler, aprovechando las observaciones precisas de las posiciones aparentes de los planetas, el Sol y la Luna por parte de Tycho Brahe, formuló las leyes del movimiento planetario, definiendo que los planetas giraban alrededor del sol en órbitas elípticas, a velocidades diferentes y que sus distancias relativas con respecto al sol están relacionadas con sus períodos de revolución. Newton logró identificar la fuerza de atracción planetaria con la gravedad terrestre, formulando su ley de gravitación universal. Newton demostró que la fuerza gravitatoria disminuye según el cuadrado de la distancia y que esto da origen a las leyes de Kepler del movimiento planetario. Expuso la Ley de la gravitación universal: Entre dos cuerpos se ejerce una fuerza de atracción directamente proporcional al producto de sus respectivas masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que separa sus centros de gravedad. Se establecieron así las leyes fundamentales y físicas que gobiernan el movimiento de los planetas, y se calcularon las órbitas de los planetas alrededor del Sol.

Al mismo tiempo que se sucedían todos estos descubrimientos científicos, el hombre trataba de alcanzar uno de sus ansiados sueños, poder volar. Al principio se pensaba que imitando el movimiento de las alas de los pájaros se lograría, pero hasta el siglo XIII no se llegaría a la conclusión de que un artefacto mas pesado que el aire podría volar, a manos de Roger Bacon.

Rotor de Leonardo


A comienzos del siglo XVI, Leonardo da Vinci, considerado como el genio mas completo de todos los tiempos (escultor, pintor, arquitecto, biólogo, músico, filósofo, escritor e ingeniero), desarrolló varios diseños que mas tarde resultarían ser realizables. Concibió tres tipos distintos de máquinas que podían volar y eran mas pesados que el aire: el planeador, el helicóptero y el ornicóptero (un artefacto con alas que se podían mover al igual que la de los pájaros). En el terreno de la investigación experimental fue un precursor de Galileo.

A lo largo de la historia los inventos de ingenios voladores se sucedieron, muchos de ellos fracasaron, pero se alcanzó el sueño, dominar el aire y volar, cada vez más rápido y más lejos. Aún así el hombre no se conformaba con volar, sino que además quería llegar mas lejos, conquistar el espacio.